3 elementos básicos de protocolo

¡Hola! Te saluda Andrés Lugo, consultor en imagen y estrategia profesional. Me da mucho gusto tenerte aquí aprendiendo  herramientas necesarias para tu desarrollo profesional mediante la imagen pública.

El día de hoy quiero hablarte de los 3 elementos básicos del protocolo, que además de funcionarte para tu vida profesional, te serán de gran utilidad en tus relaciones sociales.

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Habiendo hecho la invitación anterior, comencemos esta introducción breve pero sustanciosa sobre protocolo.

 

 

El protocolo es un elemento fundamental en nuestro día a día, es usado tanto en eventos sociales como en eventos profesionales, pero… ¿Qué tanto conocemos de protocolo?  O más todavía ¿Lo aplicamos correctamente en cada contexto?

Si bien tenemos esta idea de que el protocolo es un conjunto de normas rígidas para generar buenas impresiones debemos saber que, hoy en día, el protocolo cambió tanto que el manual de Carreño, que es el referente internacional que tenemos de protocolo, quedó muy lejos de lo que ahora se utiliza para mantener las buenas maneras e impresiones.

Comencemos definiendo el protocolo, que es por definición un “conjunto de normas y disposiciones vigentes que se establecen por decreto o por costumbre y se establecen para actos oficiales, solemnes y ceremoniales”. En palabras más sencillas, son las reglas que se establecen para actos públicos y pueden estas ya estar dadas incluso por ley o simplemente por costumbre.

Habiendo definido al protocolo podemos observar que claramente no se trata únicamente de cómo comportarnos en la mesa o los buenos modales a la hora de comer. NO. Va mucho más allá, y se trata de saber ser en todo momento, de entregar las mejores maneras de trato, de cortesía, de urbanidad para con quienes nos rodean, estableciendo y entregando el respeto mutuo para tener una vida y relaciones más cercanas a las buenas maneras y costumbres.

El protocolo sirve para demasiadas cosas, pero veamos tres puntos muy importantes:

  • Establecer jerarquías en lo profesional
  • Entregar cortesía a nuestros invitados
  • Brindar una buena imagen ante los anfitriones

Hablemos del primer punto “establecer jerarquías”: Este punto es tan necesario y a la vez tan olvidado en nuestros días que hasta pareciera que no existe (pero cuenta). ¿Cuántas veces te ha pasado que un subordinado te tutea el primer día que te conocen? O peor todavía ¿Has tuteado a tu jefe sin saber que no le agradaba?

De esta y muchas maneras más se muestra la jerarquía, y hablamos de que en el protocolo el objetivo es que “sepas ser” una persona a la altura de las circunstancias.  Que pasaría entonces si supieras un poquito de protocolo y antes de tutear a tu jefe o compañeros de trabajo comienzas hablándoles de usted, y no se trata de verse anticuado, se trata de verse profesional, protocolar y respetuoso con las personas que te rodean. ¿Cambiaría la percepción por mucho, no crees?

Como segundo punto importante mencionamos el entregar cortesía a nuestros invitados y es que pregúntate ¿Cómo te sientes tú cuando alguien te trata de buena manera aun sin ser tu amigo, o simplemente un conocido? ¿Se siente bien verdad? Esa misma impresión que te da alguien cortés puedes transmitirla tú mismo utilizando herramientas de protocolo a tu favor, pues podrás comportarte de manera adecuada siendo tú mismo, cortés y agradable. Y si sabes hacerlo dejando una buena impresión con una persona, imagínate que lo adaptas a tu personalidad prácticamente como un estilo de vida ¿Te imaginas lo exponencial que esto puede llegar a ser?

 

 

Por último, pero no por ello menos importante, mencionamos el brindar una buena imagen a los anfitriones, y es que cuántas veces hemos sido invitados a algún evento social o profesional y por desconocer el protocolo del evento en turno, causamos una primera mala impresión simplemente por ignorancia. Cabe aquí resaltar aquella tan trillada pero cierta frase: “No hay segundas oportunidades para dar una buena primera impresión”. La imagen que demos debería ser provocada por nosotros mismos con toda intencionalidad de ser percibidos de cierta manera que a nosotros nos beneficie y no por el contrario ser fruto de mera casualidad.

 

Que el protocolo actúe a nuestro favor, conscientes de saberlo aplicar y con ello demos una buena imagen debe ser una prioridad en nuestras vidas, tanto en la rutina social como en la profesional, pues es solo así que lograremos escalar continuamente a nuestras metas gozando de ser bien percibidos por nuestras audiencias, no importando si somos personajes públicos o privados, pues la imagen la tenemos todos y se construye día a día a base de acciones firmes, estratégicas y cimentadas en nuestra esencia personal.

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Transformando percepciones

Andrés Lugo

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